Nuestro buenísimo transfer, que permanece con nuestros voluntarios desde hace cerca de un año, ha tenido que ser intervenido quirúrgicamente para quitarle su ojito derecho, que siempre lo tuvo malito.
Últimamente había empeorado y el veterinario aconsejó su amputación para que la infección no llegara al cerebro a través del nervio óptico.
Ahora se recupera con collar Isabelino en la casa de una de nuestras voluntarias.
Transfer necesita una familia que lo quiera. Es una gato tremendamente casero y las veces que nuestros voluntarios lo hemos podido tener en nuestras casas ha sido el gato más feliz del mundo. Por ello desde aquí solicitamos a una persona de buen corazón que le dé un feliz hogar en su vejez. Es un gatito que no da ninguna lata, ¡exepto caricias de vez en cuando no necesita más!.
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