El caso de Noche fue difundido en varias ocasiones por nuestra asociación: de su abandono en el campo se recuperó gracias a la acogida de una de nuestras voluntarias; sin embargo, ésta no podía con el ímpetu y la fuerza de Noche.
Cuando llegó el desánimo y la situación se hizo insostenible aparecieron dos ángeles que lo acogieron y educaron para encauzar esas maravillosas ganas de vivir que tiene nuestro perrito.
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