Mostramos las primeras fotos de nuestros queridos perritos en su nuevo hogar.
Ana María y su marido vinieron a recoger a Bartolo y no fueron capaces de dejar solita a Fina.
Romeo y Julieta cambiaron de nombre y con ello sus vidas. A partir de ahora tendrán una vida llena de amor y de atenciones. Fina, cuando comprobó que Ana María la cogió en brazos, dijo: “esta es mía” y se acurrucó en sus brazos igual que si fuera un bebé. Bartolo, más independiente y juguetón, comprendió inmediatamente que ya tenía familia.
Lágrimas de emoción le saltaron a nuestra voluntaría Mariluz al verlos marchar tan contentos con sus nuevos collares (uno rosa y otro celeste) y con su tan esperada família.
Casa Felina no quiere olvidar a todos los cuidadores que han velado por el bienestar de nuestros protagonistas. ¡Gracias a todos!
Casa Felina no quiere olvidar a todos los cuidadores que han velado por el bienestar de nuestros protagonistas. ¡Gracias a todos!
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