Nuestro pequeño tuvo el infortunio de coger un virus mortal que acabó con su vida en pocas horas. Fue llevado a urgencias el domingo por la tarde, el veterinario le realizó pruebas, placas y le puso suero y calor, pero el virus fue fulminante y nada se pudo hacer por él.
Este es el terrible lado amargo de nuestro voluntariado: ver a un bebé feliz y sano y ver cmo se vá sin poder hacer nada por él.
La tristeza y el dolor por la perdida de este o cualquier otro angel, nos hace solidarizarnos con vostr@s.
ResponderEliminarUn fuerte Abrazo.