Esta preciosidad vivía feliz en un hogar, pero el matrimonio se ha separado. Ahora el gatito se ha ido con su dueño a casa de su madre, pero la madre no lo quiere en la casa y lo tiene en un balcón.
El pobrecillo mahulla porque quiere entrar y los vecinos se quejan, de modo que como no encontremos ayuda para él, la situación va a terminar mal y no se sabe que va a pasar con él.
No hay comentarios:
Publicar un comentario