Es difícil creer que nuestra querida Elenita haya tenido suerte. Nadie la quiso adoptar ni se interesó por ella, tal vez porque no era extraordinariamente bonita, aunque para nosotros sí, o quizá porque no era de "marca". Protagonizó una entrada de nuestro blog pidiendo un hogar donde ser feliz, pero nadie se lo ofreció.
Durante la larga espera Elenita enfermó: el veterinario diagnosticó leucemia. A la pequeña se le complicaba el asunto: no encontraba adoptantes y tampoco podía convivir con otros gatos a causa de la enfermedad.
Pero sí, dentro de su mala suerte, Elenita no pudo ser más afortunada, porque desde que llegó a nuestra asociación recibió la atención y cuidados de nuestra voluntaria Mariluz, que se ha adaptado a las necesidades de la pequeña. Así, Elenita ha tenido una buena calidad de vida.
Por último, la enfermedad pudo más que nuestra gatita y ahora ella ha pasado el puente hacia el arco iris. Allí es de nuevo feliz sin ninguno de sus problemas anteriores recordando a su benefactora que tanto hizo por ella.
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