La historia de Felipe es muy entrañable. Su dueña, una anciana que lo quería con locura murió hace varios años. Pero antes de morir lo dejó encomendado a una vecina que es amante de los animales.
El gatito vive en un gran jardín, allí su cuidadora le echa de comer todos los días.
Hace un mes aproximadamente una de nuestras voluntarias vió a Felipe en la puerta de la casa de la chica que lo atiende. Tenía el cuello destrozado y estaba esperando pacientemente en la puerta de su cuidadora. La cuidadora hacía tiempo que no lo veía.
Entre nuestra voluntaria y la cuidadora lo pudieron coger (para entonces se había subido a un arbol) y lo llevaron rapidamente al veterinario. En el cuello parece que tenía una mordedura de otro gato, seguramente de una pelea. Estaba desgarrado, infectado y lleno de gusanos. Se le hizo el test de inmuno y dió positivo.
Nuestros queridos veterinarios de Tarifa apostaron por él y lo operaron. Posteriormente pasó varios día hospitalizado hasta que su estado de salud mejoró. Antes de sacarlo de allí fué esterilizado para que así Felipe viva tranquilo en su jardín.
La chica que lo cuida se hizo cargo del pago de la esterilización. Casa Felina pagó la operación, el tratamiento y la hospitalización.
Ahora podeis ver a Felipe en la foto muy tranquilo y feliz en su jardín.
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