Este precioso y cariñosísimo gato de cinco meses ha vivido su corta vida
tiradito en la calle junto a su hermanito. Ha vivido de la caridad de los
vecinos, pero tras varios percances ha sido necesario encontrar un lugar seguro
para él.
Gordito está cojito de una patita (posiblemente por un atropello), pero la
gran tragedia ha sido el asesinato de su tímido y miedosito hermano negrito, por
manos de unos mal nacidos que estas navidades lo rodearon y le tiraron cohetes
hasta que su cuerpecito no pudo resistir el horror ni las quemaduras. Por ello
hemos comprendido que Gordito no puede seguir en la calle.
Gordito ya tiene el Chip y la cartilla a nombre de Casa Felina, se ha
esterilizado y ahora solo queda esperar que llegue un angel que lo
adopte y que le haga olvidar el infierno de la calle.
Gracias a Julia que ha socorrido al pequeño y se ha hecho cargo de todos
los gastos veterinarios.
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